Nada es imposible… sólo hay que proponérselo

Este es un blog creado con una finalidad muy particular: Registrar y Planificar... Generar un registro de una historia en común y Planificar el futuro para disfrutar del presente y… del futuro. Conceptos como los de trabajo en equipo, cooperación, apoyo, desafíos, perseverancia, éxito, fracaso, debieran ser parte de las ideas que aquí se viertan. En realidad esperamos que sean muchas más...

martes, diciembre 02, 2008

Leonera 22/23 noviembre 2008, parte de un proceso.


Como viví la actividad:
Para mi, esta salida tuvo un sabor extraño. De hecho lo comentamos en varias oportunidades: la apertura del auto, las demoras, el trasnoche, la bajada de Mauricio, etc. hicieron de esta una salida accidentada y nos demostró que por mucho que se planifique, cuando las cosas van a suceder no hay “nada” que las detenga. Simplemente ocurren y ya. Más cuestionamiento es negar aquello que ni siquiera entendemos… simplemente el devenir del destino…

En lo personal, la semana previa a la salida estuvo más exigente que de costumbre. Trabajo intenso y hasta tarde, poco descanso, compromisos y ocupaciones establecidas con anticipación todo lo que en definitiva mermó considerablemente mi rendimiento no sólo físico sino que también anímico.

Esto último (el rendimiento anímico) es un factor que considero de lo más relevante a la hora de emprender nuevos desafíos. No sólo en la montaña, en la vida en general. Si no hay sed de más la vida al nivel del mar se hace cuesta arriba… imaginen lo que ocurre subiendo montañas..!!

Una cosa lleva a la otra y la otra a la una… una vez que decidimos no salir el viernes noche, entendí automáticamente que tenía el sábado disponible y esa “sed de más” que me mueve e impide andar de observante por la vida mi invitó a trabajar. La pintura fue exigente, a pleno sol y con mucho desgaste físico. Al final del día, además de la satisfacción del trabajo terminado y bien hecho, dejó mermas físicas innegables que preferí pasar por alto siempre con la motivación del desafío por venir. La salida a la montaña.

Al día siguiente los hechos me superaron. El cansancio simplemente mermó mi capacidad de reacción haciéndome imposible iniciar a las 4:30 am. Supe que me despedía de la cumbre establecida y que a partir de ese momento tendría que redefinir mi objetivo, mi cumbre.

No estoy acostumbrado a retroceder pero soy capaz de identificar cuando hay circunstancias y/o factores que imposibilitan mi avanzar. Tal vez fui poco claro al despertar. Tal vez debí mostrarme más débil y expuesto para que entendieran que me sentía mal y que no quería ni podía seguir. Como sea me llamó la atención la reacción del grupo en tanto no se me concedió la posibilidad de flaquear, de caer. ¿Acaso no puedo caer?

Algunos aspectos que llamaron mi atención y que creo serán un buen motivo para discutir entre amigos, entre montañistas…

Se argumentó que no seguirían ya que no se conocía el camino hacia la cumbre…

Lo primero que se me viene a la mente es que este deporte exige acercarse concientemente al límite de las propias posibilidades y de la experiencia, para de esta manera dar siempre un paso adelante sin perder la vida en el intento…
Los 3 que intentarían cumbre se encontraban plenamente preparados física y mentalmente y además uno de ellos había estado en la cumbre.

La obsesión por la seguridad incapacita a los espíritus vitales. Afortunadamente en esta oportunidad se dieron la oportunidad de seguir aunque ustedes mismos se lo negaban… Espero que algo haya quedado.

Cambiar de paradigma en el momento justo conduce (o puede conducir) a nuevos éxitos y así quedó demostrado. EL éxito de los que subieron fue superar la soledad del liderazgo que los “abandona”. Mi éxito fue entender que mi cumbre había cambiado, que estaba en otra actividad y adecuarme a ello.

Nos abandonas, nos dejas a la deriva… fue otro argumento. Mi percepción es que tenemos que “creernos más el cuento”. Entender que los límites están para ser superados. Tal vez eso esté muy ligado a la generación de lideres los que son fundamentales en todo equipo y, en especial en este deporte.
No siento que haya abandonado a nadie, más bien creo que me dejé abandonar por 3 amigos que se encontraban óptimos para segur ascendiendo. Quedé en compañía, con las llaves del vehículo, radios y con posibilidades de descansar.

De todo esto se desprende que el cuidado personal, como lo dijo Eduardo G. es fundamental. Me cuidé poco antes de la salida. Me exigí demasiado y me paso la cuenta. No hay que olvidarse de aquello.

Mi camino se basa en intentarlo y en superar las equivocaciones. Siento que eso le d sentido a la vida, al menos a la mía.

Finalmente contarles que disfruto de las libertades de aquel que no tiene nada que perder, salvo su entusiasmo… como se dio el día me permitió disfrutar de la naturaleza de altura y disfrutar de un día relajado de montaña y buena conversación. No me arrepiento de haber tomado esa decisión ya que habría resultado un lastre para mis compañeros. Siento que los liberé y con ello me liberé.

Afortunadamente el cerro seguirá allí invitándome a recorrerlo. Tal vez para la próxima me permita llegar hasta su cumbre.

Mis disculpas:
A todo los que salieron por no haber sido más consciente y cuidarme antes de la salida. Se que todos hicieron esfuerzos, acomodaron su agenda postergando familia y amigos para salir. Lección aprendida.

Mis agradecimientos a:
González por colocar libremente su vehículo. Se agradece.
Fran, por quedarse conmigo y compartir un “día de cumbres” Se agradece.